sábado, 14 de abril de 2012

I'm Sorry


Siempre se ha dicho que el verdadero perdón implica olvidar, sin embargo que pasa cuando uno perdona realmente pero no puede olvidar. ¿Quiere decir que en verdad no perdono?

El perdón tiene 2 lados, al que pide perdón y al que perdona, estar en cualquiera de los lados es sumamente difícil.

Pedir perdón implica tener la hidalguía de reconocer que algo de lo hiciste o dijiste lastimo realmente a alguien, ya sea porque lo hiciste con premeditación o porque ni te imaginaste el daño que causaría, en cualquiera de estas situaciones, debemos de dejar el orgullo de lado y enfrentar a la realidad de reconocer que hay alguien lastimado por nosotros. Si llegaste hasta allí, es bastante, pero aún falta camino por recorrer pues hay que buscar a la persona para tratar de resolver lo que paso. Pero ¿qué pasa si lo que hiciste fue tan malo que no hay manera de resarcirlo, de componerlo, de volver a su lugar aquello que cambio?, ¿qué pasa si no te quieren perdonar?

Perdonar por su lado traer una carga difícil, pues supone de algún modo que debemos también dejar nuestro orgullo de lado, permitir hablar a quién viene a pedir perdón, escuchar lo que nos dice y aceptar perdonar. Pero ¿qué pasa si no quiero perdonar, si no puedo hacerlo?, ¿si me embarga el pesar de tener que olvidar lo que hicieron si es que perdono?

Sinceramente creo que si alguien pudo perdonar pero no logra olvidar es absolutamente normal y no debe ser juzgado ni interpretado como que no perdono.

Olvidar es un proceso largo que se da en el tiempo y solo le pertenece a aquel que es ofendido.
Ser perdonado no supone de ningún modo que la vida continua como si no hubiera pasado nada.
Quien pide perdón debe actuar de tal manera que se reconozca su sincera y honesta intención de ser perdonado.