Quizá después de hoy, algunos de
lo que me siguen dejaran de hacerlo o quizás comprendan que este espacio se creó
con la intención de compartir las experiencias vividas, (realmente espero que
esto último prevalezca).
Hace algunos muchos años yo
decidí entregar mi vida a Cristo y no hablo de religión, me refiero a la única decisión
en mi vida de la que realmente creo no haberme equivocado y si quiero
compartirles esto ahora es porque mi corazón me dice que lo haga.
No ha sido para nada fácil el
camino que elegí, pero pese a ello he comprendido que las cosas pasan por una
razón y que, queramos o no, Dios tiene el control de absolutamente todo. No sé qué
sucederá mañana, ni tampoco si lo que espero de la vida se de cómo yo quiero,
lo que si se, es que no hay nada en mi corazón que no esté bajo los ojos de
Dios y que en su infinito amor el concederá las peticiones de mi corazón.
No importa la religión, yo no
hablo de religión, yo hablo de una experiencia de vida, el por fin encontrar la
paz en medio de la tormenta, y posiblemente me preguntaran “¿se puede tener paz
en medio de la tormenta?”, yo les diré; no es fácil, no se da de un día a otro,
es mentira que dejas de pensar en tus problemas, somos humanos, sin embargo
saber que alguien está abogando por ti te da paz.
Yo seguiré escribiendo acerca de
lo pienso y como ya les dije, puede que no estemos de acuerdo o puede que en
esta senda, mi cielo se haya encontrado con el tuyo.